Breve historia sobre los cubitos de hielo
Hoy en día, tener acceso al hielo es muy fácil, solo basta ir al congelador y sacar nuestros cubitos congelados, de una calidad básica, pero hielo a fin de cuentas. Si se quiere algo a nivel industrial para hostelería, pescaderías, industria, etc., contar con los servicios de una fábrica de hielo en Lanzarote es una buena solución.
La visión de Frederic Tudor
Pero eso no pasaba hace unos cuantos años, exactamente a principios del siglo XIX, Frederic Tudor comenzó a estudiar la posibilidad de aserrar bloques de hielo de los lagos congelados de su región, embarcarlos y comenzar a venderlos en el Ecuador. Pasó muchas dificultades para conseguirlo pero finalmente consiguió exportar grandes bloques de hielo a la isla de Martinica.
Llevó 80 toneladas de hielo con la finalidad de refrescar las bebidas de los lugareños, pero no estaban dispuestos a "estropear" el sabor de sus bebidas locales. Por ello, se negaron a comprar los cubitos de hielo de Tudor, quien veía cómo se derretía su material.
Tiempo más tarde invitó a las personas a que probasen las bebidas con hielo completamente gratis, siendo una técnica de marketing bastante útil porque las personas comenzaron a aceptar poco a poco. Convenció a los dueños de los locales de hostelería para que vendiesen las bebidas con hielo, teniendo un gran éxito.
Su éxito fue tal, que hasta el sector médico se interesó por el hielo, siendo usado para reducir las temperaturas de las personas que tenían fiebres altas, reducir hinchazones, calmar dolores, etc. Frederic Tudor, conocido como "Ice King" falleció en 1864, pero feliz de haber hecho que su idea llegase a todo el mundo.